Dentro del panorama teatral anterior a 1936, el esperpento fue un género novedoso y que nada tenía que ver con el teatro comercial que se venía haciendo hasta este momento. Valle-Inclán creó una fórmula casi revolucionaria en este momento.Para explicar sus rasgos más destacados hoy leímos en la clase un fragmento de Luces de Bohemia, obra que participa de esta estética.
Valle pone en boca del protagonista, Max Estrella, las siguientes palabras “Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada”. Más adelante dirá: “Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.” o “Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.”